Villa Betania recompone, a través de la memoria oral e imágenes de paisajes domésticos y naturales, un espacio simbólico e identitario desde el cual trazar su genealogía. Villa Betania es un lugar de la memoria, una casa donde el último piso oscuro y las escaleras de madera que crujen dan miedo, es un espacio donde la luz se filtra por grandes ventanales que dan a la fachada pero, sobre todo, es la búsqueda de un reencuentro.